domingo, 9 de diciembre de 2007

Pensamientos de un domingo de Diciembre

Ayer no salí, y hoy he estado encerrado en casa todo el día salvo un rato que me he ido a correr. Es verdad que tenía muchas prácticas y trabajos por hacer para esta semana, pero esa no es la razón por la que me he quedado en casa. Tampoco ha sido porque hubiese salido cuatro días seguidos (de martes a viernes), aunque esa no es la razón por la que me he quedado en casa. Tengo que ahorrar dinero, ya que salir tantos días no es una situación sostenible, aunque esa no es la razón por la que me he quedado en casa.

En realidad, me he quedado porque quería recordar los momentos buenos que he pasado a lo largo de los días anteriores, podría haber hecho una llamada y haber quedado con unos cuantos amigos para dar una vuelta, cenar, ver una peli o, simplemente, charlar un rato, pero no lo he hecho porque en ese momento no me apetecía. Lo que quería era reflexionar, algo que normalmente no solemos hacer. Vivimos una vida en la que nos pasan tantas cosas, que no solemos dar importancia a las pequeñas cosas, una sonrisa o una mirada pasan desapercibidos para luego recordar otras cosas menos importantes, como quién llegó tarde o dónde fuimos a cenar (aunque en nuestro caso esto no es muy complicado :)).

Creo que debemos aprender a darnos cuenta de estas cosas, ya que en la mirada o los gestos de una persona se puede saber lo que piensa, ayudándola si tiene un problema. También podemos ver cuando una persona esta molesta por una broma y cuando se lo está pasando bien. Tenemos que intentar que los que nos rodean estén a gusto porque nuestra felicidad es mayor cuando los que nos rodean también son felices y los demás son más felices cuando nosotros somos felices.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya reflexión!!!

UN BESO!!

Lito

María dijo...

ay madre!! que se nos está haciendo humano!! :)
un beso Carlos!